—Me gustaría que la tarea pudiera progresar de un modo diferente.
—¿Modo...ya no quiere que acabemos con él?
—Por supuesto que sí. Solo que, un atropello es algo tan... ¡¿fortuito?! Mi hija acabará culpando al destino.
—¿Y un ajuste de cuentas por drogas?
—Pero si el imbécil de su prometido ni fuma.
—No se preocupe, eso déjelo de nuestra cuenta. ¿Seguimos sin asustar a su hija?
—Por supuesto, pobre niña mía, tener que pasar este mal trago.
No hay comentarios:
Publicar un comentario