lunes, 17 de octubre de 2022

¿romA?



Siete, como las vidas que debería tener un gato, respondí. La dependienta me entregó el ramo de rosas y agradeció la propina. Raquel le esperaba, como cuando se prometieron en el parque hace catorce años, en un banco de piedra del cementerio. Nervioso, indeciso por los remordimientos, no quería hacerla esperar.

Por el camino, corto paseo, recordé cómo nos conocimos, escapando de los grises y las bolas de goma, durante una manifestación estudiantil un 14 de abril hace ya quince años, parecía que fue la primavera pasada. Cómo imaginar que el patriarca del clan Heredia-Vargas, abuelo de Raquel, cuando supo que este jovenzuelo era el querido amigo de su nieta favorita, una de las gemelas, pondría el grito en el cielo en cuanto el chico se despidió y cruzó el umbral de la puerta. ¿¡Un payo, un payo, que baje dios y lo vea, pero que he hecho yo para merecer esto!? Gritaba sin preocuparse por la reacción de los alarmados vecinos.

Me detuve al pisar la gravilla y suspiré. Unas niñas jugaban y reían, bajo la mirada de sus padres, sendero arriba entre los cipreses; a un lado una anciana retocaba una corona de claveles tatareando una tonada, un poco más adelante los bancos de piedra. Ahora comprendía por qué Raquel eligió este sitio, Sofía nunca sospecharía de encontrarme allí.

Mayor fue la vergüenza que pasé cuando llevé a Raquel a casa para presentarle a mis padres y hermano. Esperaba un momento cálido, privado e íntimo y mi madre organizó todo un circo con primos, sobrinos y tíos, cuyos nombres ni recordaba. ¿Besos y abrazos? Solo susurros, codazos, y esa profunda incomodidad que un ominoso silencio subrayaba al paso de Raquel. Después abrazos a una cuarta del pecho, roces de mejilla y besos al aire. Aunque ninguno, aquella tarde, pudo derrotar su sonrisa.

Siempre embriagado por el éxtasis que me producía el contraste del brillo oscuro de su piel húmeda con sabor a hierbabuena sobre mi blanco vientre, el aroma a mirto de su cabello, sus ansiosos ojos felinos, sus dientes descolocados invitando siempre y ese ceceo tan risueño que disolvía arrugas en mi frente. Con ella pasaba por alto aquellos detalles que ahora me atormentaban.

Aspiré aliviado y esperé sentado en el banco.

Tan poco fue para tanto, ¿verdad? —susurró Raquel en mi nuca—. No, no mires, disimula o me voy.

Vale, testaruda. ¿Sabes? Adivinaste lo que pensaba —Cerré los ojos mientras me estremecía su silencio—. Despreocúpate Raquel, aquí no nos encontrará nunca Sofía.

¿Cuánto lleváis juntos? Diez, once años. Tenéis ya dos niños y el tercero en camino. Mi hermana gemela… la mayor de las dos y no la conoces aún... ¡Ay, mi rey, tan ingenuo como siempre, te comería todo!

¿Te gustan? —Sonreí inseguro.

Sabes de sobra que son mis flores favoritas. Déjalas ahí, junto a esa lápida, para que pueda disfrutarlas luego.

Estuve a punto de no venir.

Seguro que no se lo has dicho aún.

No encuentro la ocasión, Raquel, no quiero que sufran… ni ella ni los niños. Pero no puedo vivir sin ti.

Ya hemos hablado de esto, y habíamos llegado a un acuerdo. No... podemos... seguir... así.

Pero, Raquel, tienes que comprenderme —La angustia me torturó. Risas infantiles lejanas arañaron mis tripas. La lápida pareció deslucirse.

¡Anda! mira quién viene por el sendero. Si son tus nenes.

Asustado levanté la mirada. Mis hijos correteaban acercándose entre los macizos de flores. Sofía, con el vientre abultado, les seguía más atrás. No me dejes solo, Raquel, imploré mirando detrás mía, pero ya no estaba, se había escabullido entre los panteones o los cipreses más cercanos. Quedé embrujado como la estatua del ángel caído.

¡Papi!, gritaron al unísono al verme, y corrieron para abrazarse a mi cuello con tal cariño que mi corazón parecía descascarillarse por dentro. Los abracé como si fueran a desaparecer para siempre de un momento a otro y la vista se me nubló ante su sombra. Qué bella estaba embarazada.

Sofía, déjame que te explique.

Por favor, cariño, qué tienes que explicarme.

Tú, tú no… cómo lo explico… hoy... camino a la oficina, me encontraba mal... no podía aliviar ese dolor. Pensé en pasear… llegué hasta aquí...

Mis hijos me miraban sin sonreír. Me faltó el aire.

Niños, chocolate con churros para quien recoja el racimo de flores más bonito para papá... sin alborotar ¿vale? —Les engatusó Sofía. Se escabulleron en busca de flores, y sin los niños claudiqué.

Es Raquel, aún la quiero.

Yo también. Cada día que pasa la echo de menos.

¿¡Cómo!? —Un presagio atenazó mi garganta.

Sofía se sentó y agarró mis manos.

Ya son muchos años en los que no dejo de culparme por no haber llamado a la policía aquella noche en la que mi padre la encerró.

Pero... escapó... no estaba allí. ¿Verdad?

No, Manuel, desapareció, nunca regresó y mi padre jamás confesó la verdad—. Temblando me besó la mejilla —Y no es la primera vez que tenemos esta conversación aquí.

Sofía extendió la mano. Una pastilla brilló blanquecina.

Llevas tres días sin tomarla.

No puedo. Perderé a Raquel, otra vez —Sentí la garganta seca.

Sólo la recordarás… y no volveremos aquí por bastante tiempo —El mármol veteado refulgía bajo las rosas—. Por favor. Antes de que regresen los niños. Me pidieron en secreto, que al llegar a casa volvamos a ver juntos el álbum fotográfico de nuestra boda.




 

73 comentarios:

  1. Muchas gracias, Carles, por participar con este relato en el homenaje a Fitzgerald. Un abrazo y suerte.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias a ti, Marta, por tan buena convocatoria. Un abrazo.

      Eliminar
  2. Esta tarde te leeré con calma, Carles... y ya te diré.

    ResponderEliminar
  3. Hay amores que van más alla de la muerte y del olvido. Excelente relato Carles.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias por compartir tus impresiones y generosos comentarios, Ainhoa, me alegra que te haya gustado el relato.

      Un abrazo.

      Eliminar
  4. Un relato muy sentido, Carles. Nunca se muere del todo mientras alguien mantenga vivo el recuerdo.
    Un saludo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muchas gracias, Carmen por los comentarios. Somos recuerdos en cuanto nos despistamos y empezamos a mirar atrás.

      Un abrazo.

      Eliminar
  5. Una historia realmente bella, de la que dejan huella tras leerla. Has jugado muy bien con el misterio porque es una historia compleja, pero lo desenredas todo a la perfección y con mucha sutileza; has cuidado cada detalle. Muy buena historia!
    Un abrazo

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Te agradezco tus generosos comentarios, Maite – Volarela. Esta complejidad, me provocó muchas dudas y buscaba aligerarla todo lo posible en el relato para evitar que durante la lectura se le hiciera bola al lector, pero me vi incapaz. Gracias por compartir tus impresiones.

      Un abrazo.

      Eliminar
  6. Hola, Carles. Una historia desgarradora. Y si toma las pastillas, perderá a Raquel... Me ha gustado mucho. Un abrazo

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Pues me alegra que te guste, Mirna. Te agradezco mucho también que compartas tus impresiones sobre el relato.

      Un abrazo.

      Eliminar
  7. Hola Carles una bonita historia, que me encoje un poco el corazón, es muy Tierna y bonita.
    Te deseo mucha suerte en el reto del tintero de oro.
    Saludos de flor.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias por compartir tus impresiones sobre el relato, Flor. Eres muy generosa con tus comentarios.

      Un abrazo.

      Eliminar
  8. ohhh... muy buena. nos conduces engañados por todo el relato, haciendo aparecer que tiene un gemela. luego pensamos que es Sofia , que los gemelos da mucho juego. luego cuando susurra por detras, parece que será la gemela. Luego Sofia tambien la echa de menos, se asoma el trio, porque no sabemos si Sofia es la gemela o no. Viene con los niños, le va a soltar que la deja y ZASCA... pastillita. nos has llevado por donde has querido y te felicito. Sorpresa final impedecible, aunque pata que no parezca un deux... nos dejas ver una lapida y unos cipreses antes del zasca.
    felicidades porque suerte no te va a hacer falta
    abrzoo

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muchas gracias, Gabiliante, por compartir tus impresiones sobre el relato. Soy de los que pienso que si a un relato se le ven las costuras, es que hay mucho que mejorar en el mismo. Y esa complejidad que tan bien remarcas desequilibra demasiado la historia. Estoy más que convencido que con la calidad de los relatos presentados en esta convocatoria me haría falta mucho más que un poco de suerte. De nuevo agradecer tus comentarios y tiempo de lectura.

      Un abrazo.

      Eliminar
  9. Hay que leerte con atención en cada línea y en cada intención. No es un relato masticado, todo se complica, como la vida amorosa y duplicada de Manuel aunque sea desde la tumba.
    El conflicto no solo es de la familia gitana con los apellidos tan evidentes, el conflicto está en sí mismo, y en que no quiere soltarse de sus recuerdos. O eso parece.
    Me ha gustado mucho muchísimo el canto a la imperfección, como los dientes descolocados y el ceceo…y ese cuidar de Raquel, con la pastilla que hace que aterrice en el mundo de los vivos y no duela la ausencia de la otra duplicada amada, la gemela.
    Como siempre, tienes descripciones para enmarcar.
    Nos vemos en la gala, Carles. Un abrazo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Siempre generosa, Isabel, compartiendo tus impresiones sobre el relato. Fui incapaz de aligerar el relato para que el lector no tuviera que releer las frases o párrafos previos, y eso para cualquier historia no es muy buen síntoma. Esa complejidad me planteaba dudas sin parar mientras escribía el relato. Me alegra que haya aspectos de la historia que te hayan gustado. Muchas gracias por tu tiempo y comentarios.

      Un abrazo.

      Eliminar
  10. Comprensible por qué no ha querido tomarse la pastilla y gran sensibilidad de su mujer que intenta ayudarlo a superar esa pérdida.
    Un relato precioso y emotivo
    Un abrazo, Carles

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias por compartir tus impresiones sobre el relato, Mujer de Negro. Me alegra que te haya parecido preciosa y emotiva la historia.

      Un abrazo.

      Eliminar
  11. Realmente muy buena historia Carles, fui siguiendo ese camino, ese recorrido hasta sorprenderme con el final; me gusto mucho leerlo, las imágenes fueron apareciendo en mi mente y pude verme observando a los personajes.
    Un abrazo, PATRICIA F.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muchas gracias por compartir tus impresiones sobre el relato, Patricia. Te agradezco tu tiempo, tu lectura y tu generosidad para con el relato.

      Un abrazo.

      Eliminar
  12. Hola Carles, me ha gustado tu historia que al final resulta de lo más emotiva. Nos engañas por completo y nos das la gran sorpresa al final. Me descolocó un poco el cambio de voz narradora (creo que es en el quinto párrafo), que no sé si lo has hecho intencionalmente. El cuento se lee con interés y queriendo saber en qué para todo y bueno, como ya te he dicho el final está muy emotivo, tratando un tema que se toca poco, el de las enfermedades mentales. Mucha suerte en el concurso.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Para nada, Ana, se me coló por completo. Esta vez no he tenido lector beta en este relato, y para algunas cosas estoy ciego por completo, ja,ja,ja,ja. Me alegra que te haya gustado el relato. Ya he corregido ese cambió de voz narrativa para que no chirriara tanto. Muchas gracias por compartir tus impresiones.

      Un abrazo.

      Eliminar
  13. Fantástico el relato! Nos mantiene con cierta intriga y desconcertados hasta la sorpresa final! Y es que un gran amor deja tanta huella en nosotros que no se olvida nunca! Suerte y saludos!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Me alegra que te haya gustado, Marifelita. Mi intención no era que fuera tan complejo el relato, me faltaron muchas tablas para hacer la trama más simple y que la historia no mutase, pero como aprendizaje ha estado genial. Coincido contigo, los recuerdos de ese primer amor tardan en difuminarse más o menos dependiendo del/la protagonista. Gracias por compartir tus apreciaciones y por tus comentarios tan generosos con el relato.

      Un abrazo.

      Eliminar
  14. Un relato de Inframundo dónde uno se pierde en su mente, y se prueba que aunque 2 personas sean gemelas, nunca puede sustituir a la otra. Un misterio encierra tu relato,. Realmente Raquel, mi tocaya por cierto ¿fue encerrada por su padre?. Abrazos virtuales desde Venezuela.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Pues eso parece, Raquel, al menos así lo comparten los protagonistas del relato. Gracias por tu tiempo y por tu lectura. Te agradezco que compartas tus impresiones.

      Un abrazo.

      Eliminar
  15. Hola Carles. Nos traes una historia compleja, de esas que se leen dos veces para apreciar todos los detalles. Cuando todo parecía indicar que se trataba de una trama de engaños y traiciones, resulta que va más allá y nos sorprendes en esas últimas líneas con un historia de recuerdos del pasado no superados por un hombre enfermo, casado con la hermana de quien fue su verdadero amor. Me han gustado los diálogos, especialmente el último con Sofía y ese tacto que muestra al tratar a los niños y a su marido, y la sensibilidad que se desprende según avanza el relato. Un abrazo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Es un hábito que quiere corregir, Jorge. Que los relatos no sean tan sorpresivos al final. Así creo aligeraría la complejidad de la trama y evitaría que segundas lecturas no guiadas por el placer de releer el relato. Gracias por compartir tus apreciaciones sobre el relato.

      Un abrazo.

      Eliminar
  16. Hola, Carles. La verdad es que juegas con el lector todo el tiempo. Aquí caben muchas interpretaciones, quedan abiertos varios frentes, desde mi punto de vista. Porque nos movemos entre la realidad y la mente descolocada del protagonista. ¿Su amor está muerto o huyó? ¿Quizá esté en Roma? ¿Roma es el lugar imaginario a dónde la ha enviado él para poder seguir viviendo con el sucedáneo físicamente igual? ¿Roma es el cielo de los gitanos? Las posibilidades se me antojan infinitas o casi. ¡Buen trabajo!
    Suerte en el concurso. Esta edición hay tanto bueno que el veredicto va a ser eso, solo cuestión de suerte.
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. No me imaginé que siendo un relato de amor, poner esa palabra escrita a la inversa (roma) en el título podría despistar tanto a los lectores. Fallo mío.

      La protagonista, desapareció, como tantas personas a lo largo del año en multitud de lugares de la Tierra, y su ausencia dejó un poso de desazón en sus seres queridos que no he debido saber retratar adecuadamente en el relato. Pero la historia, al menos lo intenté, revolotea sobre el amor de la pareja con sus hijos a la sombra de los sentimientos o trastornos que provoca la desaparición de ese ser querido. Pero si tengo que explicar todo esto es que lo he hecho bastante mal en el relato.

      Gracias por tus comentarios MJ, siempre son de mucha ayuda, gracias por tu tiempo, tu lectura y por compartir tus impresiones.

      Un abrazo.

      Eliminar
    2. Podrías haberla puesto en minúsculas ¿roma? o ¿romA?, pero Roma es demasiado evocadora para verla al revés, o yo soy demasiado literal...
      Un abrazo.

      Eliminar
    3. Así es, MJ, ¿ROMA? ha resultado demasiado evocadora para este relato de amor. Como bien expones existían otras opciones como ¿amor? o ¿romA? El error que cometí parece evidente, debería haber pensado en todos los posibles lectores y sus interpretaciones posibles, algo que tengo que reconocer no llevé a cabo, "mea culpa"

      De nuevo agradecer tu aportación que enriquece, más si cabe, las conclusiones a las que llego con vuestros comentarios sobre el relato.

      Un abrazo.

      Eliminar
    4. Quise decir ¿roma? donde dice ¿amor?, perdón por lapsus.

      Eliminar
  17. Una historia que de ninguna forma deja indiferente al lector. Has hilado un relato complejo, donde los personajes principales están bien definidos. La única duda es Raquel en su enigma de personaje ausente; y esa ausencia estremece ¡Ya te digo!
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias, Francisco. En parte esa era mi intención que la ausencia estremeciese o generase alguna desazón en el lector con su desaparición, aprovechando que el narrador estaba en primera persona. Te agradezco mucho que compartas tus impresiones. Gracias por tu tiempo y lectura.

      Un abrazo.

      Eliminar
  18. Impactante y melancólica historia. Es muy bonita. Un placer leerte. Abrazos

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Me alegra que te haya gustado, Nuria. Gracias por generosa apreciación del relato y por compartir tu tiempo y comentarios.

      Un abrazo.

      Eliminar
  19. Hola, Carles. El amor de Manuel por la desaparecida Raquel; el amor de Sofía por su marido enfermo; ese matrimonio con la gemela por no superar la pérdida de Raquel;... Un relato lleno de capas que se superponen unas sobre otras hasta conseguir un todo magnífico.
    Seguro que consigues un muy buen puesto. Felicidades.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias por tus comentarios, Bruno, qué generosas, dios mío. No sé, si me pasé con las capas, quizás demasiada complejidad, lo que provocó segundas lecturas para comprender mejor el relato. Me quedo más que satisfechos con vuestras aportaciones en los comentarios, no creo que pase de ahí. Además, en esta convocatoria hay magníficos relatos, el tuyo uno de ellos, así que espero disfrutar de nuevo con los que salgan seleccionados. Gracias por compartir tus impresiones y tu tiempo.

      Un abrazo.

      Eliminar
  20. Hola, Carles. Complejo desde luego que es el relato. Es como un rompecabezas que hay que conocer todas las piezas para armarlo. Esto tiene su mérito.. Y cuando piensas que tienes todo montado vez que te sobra una pieza. A mi no me encaja ¿Roma?, así entre interrogantes porque de lo que se trata es de una historia de amor bellísima que supera dificultades, y vaya grandes. Se treta de un amor, o dos, el antiguo y el nuevo. Quizás ROMA puede ser AMOR o quizás estoy desvariando. En cualquier caso es un buen relato de los que te hace estrujar el cerebro. Un abrazo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Pues has acertado con el quizás, Isan, roma no era más que amor a la inversa. Pero no supe prever el fuerte valor connotativo de la ciudad de Roma. Eso y la complejidad del relato, creo que resulta evidente que fue excesiva, lleva inevitablemente al equívoco o cuanto menos al despiste del lector. Te agradezco tus generosos comentarios y que hayas compartidos las impresiones sobre el mismo, siempre son enriquecedoras.

      Un abrazo.

      Eliminar
  21. Esa pastilla blanquecina es algo asi como la pastilla roja en "The Matrix", tomarla le traería a la verdad... perdiendo lo que alguna vez le dio sentido a su vida... ¡excelente relato!.. Un abrazo

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Pues no se me había ocurrido, Octavio, pero visto así, casi todas las personas con algún tipo de enfermedad mental viven en su particular matrix y la medicación los trae de vuelta o los deja escapar, quien sabe. Me alegra que te haya gustado el relato. Gracias por tu tiempo y por compartir tus impresiones.

      Un abrazo.

      Eliminar
  22. Hola, Carles. Me ha dejado impresionada tu relato. La lectura, perfectamente ambientada en su contexto y descripción, nos lleva a una historia de amor basada en el recuerdo que traslada a su realidad. Un amor imposible y que aún pervive en su mente, y contra la que su mujer lucha mediente una pastilla que le devuelva a la lucidez, a la realidad. Gran relato, sin duda. Me ha gustado. Suerte y un abrazo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Pues me alegra que te haya gustado, Mayte. Has sintetizado muy bien la esencia del relato. El trastorno de Manuel, el amor de Sofía pendiente de él con la medicación, y de trasfondo ese amor imposible. Gracias por compartir tus impresiones y tu tiempo. Te agradezco tus generosos comentarios.

      Un abrazo.

      Eliminar
  23. Hay que tener cuidado con lo que uno ve en las fotos, mas si son pedazos de recuerdos de nuestra propia vida.... soy yo el que esta en la foto o es otro? Muy dificil de saber.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Con las fotos y con los espejos, Jose, tienen un peligro terrible. En las fotos uno a veces se asusta no con lo que ve sino con lo que no encuentra y ha perdido por el camino. En los espejos da miedo mirarse por encima del hombro... nunca sabes lo que puede aparecer. Muchas gracias por compartir tus impresiones y por tus comentarios, son un gran combustible para la creatividad.

      Un abrazo.

      Eliminar
  24. Hola, Carles Leo. Una. misteriosa atmósfera sentimental. Una dinámica fluida entre la realidad y el ensueño. Me gustó mucho

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias, Beba, por aportar esa otra perspectiva entre la ensoñación y la realidad. Te agradezco que compartas tus impresiones sobre el relato y que compartas tu tiempo. Me alegra que te haya gustado el relato.

      Un abrazo.

      Eliminar
  25. Hola, Carles. Truculento tu relato en el sentido romántico del mismo. Lo de buscar consuelo en la gemela me parece lo más duro de la historia tanto para él como para ella siendo plato de segunda mesa, a pesar de que exteriormente sea fiel reflejo de la desaparecida.
    Tiene como toda historia que se precie varias lecturas y el lector puede escoger la que prefiera.
    Saludos y suerte.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Tú lo has dicho, Vanjav, un relato complejo, romántico, y duro. Y quizás esté algo equivocado, pero salvo en excepcionales ocasiones, en la que uno o una mantiene una relación durante años con su primer amor. Creo que el resto somos segundo, tercero o cuarto plato en la mesa de la pareja, lo cual, no creo que tenga que tener una connotación negativa por ello. Gracias por compartir tus impresiones, te agradezco tus comentarios y tu tiempo.

      Un abrazo.

      Eliminar
  26. Hola, Carles:
    Enhorabuena por tu relato, compañero. Te ha quedado una historia de “vértigo”, con una trama de lo más hitchcockniana, con unas hermanas a las que transfiguro en Kim Novak y con un protagonista en el que me encaja el Gregory Peck de “Recuerda”.
    Un abrazo, compañero.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. ¿Hichcock? Tengo que reconocer que me encanta como maneja el suspense en todas sus películas. No se me había ocurrido que pudiera interpretarse desde ese punto de vista, Nino. Te agradezco el piropazo, aunque creo que mi trama es una minúscula luciérnaga enferma al lado de las supernovas del séptimo arte que creaba ese astro rey. Te agradezco tus comentarios y que compartas tus impresiones sobre el relato.

      Un abrazo.

      Eliminar
  27. Hola, Carles. Un relato desgarrador y tierno a la vez. Un hombre destrozado por dentro y atado a la vida que le ha tocado vivir , aunque tenga algún ramalazo de felicidad con los hijos. Me ha gustado mucho.
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Me alegra que te haya gustado, Pedro. Gracias por compartir tus impresiones sobre el relato, también te agradezco tu tiempo y comentarios.

      Un abrazo.

      Eliminar
  28. Hola Carles un relato que transmite serenidad, ese amor llevado hasta más allá de la muerte es enternecedor, la compañía de sus hijos y de su mujer le ayudan a soportar ese dolor.
    Un abrazo y surte en el concurso
    Puril

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hola, Puri, gracias por compartir tus impresiones sobre el relato, por tu tiempo y lectura y por tus generosos comentarios.

      Un abrazo.

      Eliminar
  29. Complejo, completo y circular. Las tres ces que todo autor debería aspirar a conseguir y que tú has logrado en texto muy trabajado sobre los prejuicios, el amor y el conformismo versus inconformismo. Me ha encantado la ambientación creada por la visualidad transmitida y cómo cierras con un diálogo que incrementa si cabe esa visualidad tan cinematográfica que conlleva tu relato y el propio reto.
    Felicidades, Carles.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Te agradezco, Miguel, tus generosos comentarios para con el relato. Y me anoto la máxima de las tres ces, pues como motivadora hay pocas a su altura. Me alegra que te haya gustado el relato. Gracias por tu tiempo y compartir tus impresiones sobre esta historia de amor.

      Un abrazo.

      Eliminar
  30. Hola, Carles. Cuánta melancolía y cuánta añoranza. El guiño de la lápida no lo supe ver hasta casi las líneas finales. Muy bien llevado todo el relato, con ese monólogo interno que a veces es y otras es directo. Nos hiciste creer lo que no es, incluso diste un giro en cuanto a los sentimientos hacia un prota que parecía otra cosa y que acabó siendo la víctima.
    Genil relato, me gustó mucho.
    Un abrazo!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Pues es una alegría, Pepe, comprobar que el relato te ha transmitido esas sensaciones en la lectura. Después de leer todos los comentarios de los compañeros, me da la impresión de que el relato adolece un poco de un exceso de complejidad, seguro que con menos capas la historia ganaría aunque sería completamente diferente, por supuesto.

      Me alegra que te haya gustado el relato, muchas gracias por tu tiempo, tu lectura y por compartir las impresiones que te causó la historia.

      Un abrazo.

      Eliminar
  31. Hola, Carles!! Me gusta mucho tu historia. Me ha sorprendido el giro, no pensé que Manuel estuviese sufriendo una alucinación. Lo que más me ha gustado es la descripción tan sensorial que haces de Raquel y también me gustado mucho como has conseguido llenar de vida el cementerio con las niñas que juegan y ríen bajo la mirada de sus padres y la anciana retocando una corona de claveles y tatareando una tonada. Enhorabuena y un abrazo!!

    ResponderEliminar
  32. Me ilusiona que te haya gustado la historia, Cristina. Y aprecio mucho que compartas esas impresiones que te ha causado el relato. Muchas gracias por tu tiempo y tus generosos comentarios.

    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  33. Hola Carles, estupendo relato, no de un amor, sino de varios amores. Una historia muy compleja, donde en pocas palabras condensas mucho, incluido un desenlace que no se intuye en ningún momento. Enhorabuena! Un abrazo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muchas gracias, Lola, por tus generosos comentarios sobre la historia. Me alegra que te haya gustado el relato. Te agradezco tu tiempo y que compartas las impresiones que te ha causado la lectura.

      Un abrazo

      Eliminar
  34. Felicidades Carles por ese octavo puesto en el Tintero. Un gran trabajo que estoy seguro hubiera volado más alto de no ser por algunas cuestiones formales de pulido final, a revisar especialmente los cambios de tiempo verbal pasado/presente de los dos primeros párrafos. Intuyo que la primera versión era narrada en presente y al cambiarla a pasado se quedaron algunos flecos. Un abrazo!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Te agradezco tu generosidad, Jorge, al señalar ese detalle que has remarcado para su corrección en el comienzo del relato, estoy seguro que alguno más se me habrá escapado y espero poder localizarlos y enmendarlos.

      Gracias de nuevo, un abrazo.

      Eliminar
  35. Madre mía, qué relato más increíble. Me ha encantado el toque paranormal y la tranquilidad de Sofía. El nombrar una lápida ya he pensado 'Oh, creo que Raquel...', pero narras de forma tan dulce y pausada que me has enganchado bien a la historia. Seguiré leyéndote, un abrazo!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias por tus generosos comentarios, Teresa. Me alegra que te haya enganchado el relato. Muchas gracias por tu tiempo y lectura.

      Un abrazo.

      Eliminar
  36. Perdona, no veo el botón de seguir por ningún lado, cómo puedo seguir tu blog? Para estar al tanto de tus relatos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Pues me vas a tener que disculpar, pues soy nuevo en estas lides en blogger. Y claro, con tu comentario acabo de darme cuenta que no había activado ese botón. Espero que haberlo hecho correctamente y que funcione bien.

      Gracias por el interés, un abrazo.

      Eliminar

Reto de Escritura: Escribir Jugando - Marzo - Por un Puñado de Pétalos

  Crea un microrrelato o poesía (máx. 100 palabras) inspirándote en la carta.  En tu creación debe aparecer el mineral: Selenita. Carta: The...