martes, 21 de marzo de 2023

El Hombre Miserable

 

Este microrrelato está inspirado en una de las escenas del largometraje "La Gran Belleza" de Paolo Sorrentino, una de mis películas favoritas de este siglo.

 


 

Apoyado en la balaustrada de mármol, Salvatore, contemplaba la serenidad del final de la noche, atrapado por la musicalidad de la Fontana di Trevi. Las risas cómplices en la plaza, una última pareja se aproximaba, titubeante y entrelazada por la cintura, hacia aquel espejismo sonoro... comenzando su búsqueda vital.

Cariño, odio sentir tus pies fríos en la cama, no te demores en el balcón mientras me ducho y cierra... 

La cháchara de Sofie apenas fue un parpadeo entre las divagaciones de él. Tenía razón, la música es lo único que entendía, creyó responder en silencio, hipnotizado por el murmullo de los noctámbulos turistas.

Un mendigo se zambulló en la fuente y comenzó a arrojar puñados de monedas al aire, sobre él mismo, riendo sin parar. Los enamorados sonreían sorprendidos. Se multiplicaban los flashes alrededor.

Ella llevaba décadas esperándole, con la esperanza... enflaquecida por la espera, ayer él cumplió 65 años pero ella, hacía una semana, se había ido, huyó para siempre de la decadencia. El Bugatti de Adriana no dejó huellas de frenada en aquella curva.

Se quitó el albornoz y lo dejó caer al piso, inspiró fuerte y liberó su espíritu.

Cielo, que sean francos suizos, ya sabes que no me gustan los euros… —demandaba Sofie hasta ver el albornoz en el suelo—. ¿Salvatore…?

El jolgorio había aumentado en la fuente, unos policías perseguían al mendigo en el agua entre las risas de los turistas circundantes. Sofie no observaba el espectáculo.

Salvatore, por Dios. Así no, desnudo no.

 


 

Reto de escritura 5 líneas - Marzo 2023 - Volumen, miradas y cuaderno.

 

 

    Pietro intentaba dar volumen al flequillo de Don Vito, pero era imposible gobernar aquellos cuatro pelos en la incipiente calvicie. Qué diría su difunta madre si le viese así, aturullado, con los ojos saltando del cuaderno del mafioso a su ajada pelambrera; dando vueltas, peine en mano, alrededor de la silla bajo las atentas miradas de sus gorilas. Por Dios, que no me tache, descompuesto se repetía, esperando oír el lapicero sobre el papel... pero solo escuchó el “va bene” del capo.

 

 



Reto de Escritura: Escribir Jugando - Abril - Ligera como una Pluma

  Crea un microrrelato o poesía (máx. 100 palabras) inspirándote en la carta. En tu creación debe aparecer algo relacionado con la imagen de...