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Este microrrelato está inspirado en una de las escenas del largometraje "La Gran Belleza" de Paolo Sorrentino, una de mis películas favoritas de este siglo.
Apoyado en la balaustrada de mármol, Salvatore, contemplaba la serenidad del final de la noche, atrapado por la musicalidad de la Fontana di Trevi. Las risas cómplices en la plaza, una última pareja se aproximaba, titubeante y entrelazada por la cintura, hacia aquel espejismo sonoro... comenzando su búsqueda vital.
—Cariño, odio sentir tus pies fríos en la cama, no te demores en el balcón mientras me ducho y cierra...
La cháchara de Sofie apenas fue un parpadeo entre las divagaciones de él. Tenía razón, la música es lo único que entendía, creyó responder en silencio, hipnotizado por el murmullo de los noctámbulos turistas.
Un mendigo se zambulló en la fuente y comenzó a arrojar puñados de monedas al aire, sobre él mismo, riendo sin parar. Los enamorados sonreían sorprendidos. Se multiplicaban los flashes alrededor.
Ella llevaba décadas esperándole, con la esperanza... enflaquecida por la espera, ayer él cumplió 65 años pero ella, hacía una semana, se había ido, huyó para siempre de la decadencia. El Bugatti de Adriana no dejó huellas de frenada en aquella curva.
Se quitó el albornoz y lo dejó caer al piso, inspiró fuerte y liberó su espíritu.
—Cielo, que sean francos suizos, ya sabes que no me gustan los euros… —demandaba Sofie hasta ver el albornoz en el suelo—. ¿Salvatore…?
El jolgorio había aumentado en la fuente, unos policías perseguían al mendigo en el agua entre las risas de los turistas circundantes. Sofie no observaba el espectáculo.
—Salvatore, por Dios. Así no, desnudo no.
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Muy bueno tu micro, debo confesar que no he visto la película, pero trataré de buscarla, me recordó a otra película, Argentina que transcurre una parte en la Fontana de Trevi.
ResponderEliminarSalvatore me saco una sonrisa porque ese era el nombre de mi abuelo, coincidencias.
Realmente disfruté leer tu texto, un abrazo.
PATRICIA F.
Maravillosa descripción de la escena, y mejor final. Un abrazo. ( muy buena elección)
ResponderEliminarUna película preciosa y una escena muy reconocible que has relatado de maravilla. Muy buen micro, Carles.
ResponderEliminar¡Hola, Carles! No recuerdo haber visto esta película así que me enfrento a la escena desnudo como Salvatore y atisbo una historia dura donde ese mendigo se baña en la fuente tras la pérdida de su amada, imagino que atropellada por el Bugatti de Adriana. Estupendo aporte. Un abrazo!
ResponderEliminarHola Carles. No he visto la película, pero la Fontana de Trevi es desde luego un escenario que ya de por si promete. Muy bien narrada la dura escena del suicidio de Adriana, huyendo de la decadencia que no pudo o no quiso soportar. Un abrazo.
ResponderEliminarPues no conozco la peli asi que he mirado de que va. Parece hija de la dolce vita. tu releto transmite muy acertadamente el aire de decadencia melancolia y hastio. me la apunto para verla aunque me da un poco de miedo, pero voy a verla.
ResponderEliminarabrazo, carles
Pues ya la he visto y mereció la pena. Es un poco larga y se nota mas al principio que al final. casi la dejo antes de que arranque. el arranque es la entrevista a la performancer . Me encanta la historia de Romano, Me hubiera gustado mas papel para la enana. me fascina la muerte eliptica de Ramona (men encantan as elipsis cinematograficas). En literatura son mas dificiles.
EliminarABRAZOO
¡Hola Carles! Desconocía por completo esta película pero tu relato me ha gustado. Muy buena descripción del ambiente alrededor de la Fontana de Trevi. Un saludo
ResponderEliminarHola Carles, debo confesar que no conozco la película, la busqué en google pero hay videos que no corresponden a la escena de tu micro. No importa. Tu narración me ha gustado mucho, ahora tengo mucha curiosidad de ver la peli. Saludos.
ResponderEliminarHola Carles, qué bueno tu micro. Recuerdo la película y me he dejado llevar por tus palabras intentando recordar la escena en la fontana. El protagonista es un monstruo de la pantalla italiana, me gusta mucho. Un abrazote
ResponderEliminarCertera imagen mental, Carles. Enhorabuena.
ResponderEliminarHe visto un trozo de película, Carles. Tu micro está impregnado de imágenes muy poderosas. Creo que capta particularmente bien el espíritu de la cinta de Sorrentino.
ResponderEliminarUn abrazo.
Hola, Como la mayoría, este peli es desconocida para mí, no obstante se ven o se intuyen, amores, tristeza, romance... Me ha gustado, Carles. Un abrazo.
ResponderEliminarPeliculón, vestigios de la Dolce Vita. Casualmente la vi hace poco y la recuerdo muy bien. Has captado, desde luego, la decadencia no solo de la ciudad y sus ociosos personajes, sino sobre todo el mito, la gran belleza muda de Elisa (en la peli), sino la de la pareja en esta secuencia, el abandonado, ensu lugar la vulgaridad mundana. Me gustó que recordaras esta película, Carles, aunque es inevitable compararla con la de Federico Fellini, el enfoque es muy distinto.
ResponderEliminarHola, Carles. Otra película que añadir a mi lista de "para ver". La escena destila decadencia, tristeza y una buena pizca de locura. Muy bien escrito, como siempre.
ResponderEliminarUn abrazo. Gracias por participar.
Hola Charles, no ví la película pero entiendo que juega intertextualmente con La Dolce Vita. Tu texto es muy bueno y está impregnado de ese hastío y decadencia en qué se sumen los personajes. Un saludo.
ResponderEliminarHola, Carles, yo tampoco vi la peli, pero la imagen esa de Salvatore desnudo y corriendo es tan potente como si la estuviera viendo!
ResponderEliminarMuy bueno, sí señor.
Un abrazo!
Muy bien relatada la escena. Hace ya un tiempo que vi la peli y recuerdo poco, pero independientemente, el micro está muy bien.
ResponderEliminarUn abrazo.
Hola Carles, un relato muy simpático. Imagino la escena final y me parece muy buena al igual que todo el microrrelato. Un abrazo
ResponderEliminarHola, Carles. Me ha despistado tu relato porque al principio quería sonarme la escena, pero luego debo de reconocer que no he visto la película, pero ha merecido la pena imaginar esa secuencia que narras como si la viéramos.
ResponderEliminarSaludos