Finalizada la deliberación en la sesión del concilio. Poco a poco salimos a pasear al claustro. Allí todo comenzaba a ser festivo, bullían con fuerza los corrillos de brujas y magos hasta dispersarse para rodear otra nueva actuación. Un hechicero encantaba ratones que comenzaron a bailar como cosacos. La tristeza me embargaba por la disolución de nuestra Orden, pero la Inquisición había comenzado a matar almas inocentes.
Mintiendo a Diestro y Siniestro
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—Brecht, Gide, Huxley, Kafka, Mayakovski, Wilde… —Venga, decídete ya, escoge uno. —Voy, voy… que no sé cuál llevarme. —Da igual, si el...
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Se cierra la celda. — ¡Coño, compañero nuevo? —sonrió Manuel. — Temporalmente, no te hagas ilusiones —dijo Pietro abatido. ...
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Siete, como las vidas que debería tener un gato, respondí. La dependienta me entregó el ramo de rosas y agradeció...
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