Retiró el tubo de ensayo del mechero y con metódica precisión añadió el
extracto de Efedra a la solución cristalina, agitó la probeta y en
seguida una turbiedad verdosa empañó el líquido. Dejó que reposara en la
gradilla para que se enfriara. Miró el reloj sonriendo, casi era la
hora pensó. Como la vez anterior, al llegar la oscuridad, era el momento
de acechar por las callejas sombrías entre las casas. Se frotó las
manos excitado Mr. Hyde.
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