Miró atrás, los compañeros de toda su vida lloraban abrazados, lejos, al principio del túnel. Esperaba que más pronto que tarde un fulgor guiara sus pasos, pues con tanta oscuridad ya comenzaba a dudar de la leyenda urbana. Debería brotar una luz al final, ¿no? De repente, le rodearon unos susurros, nervioso, palpó la medrosa oscuridad. Buscó sin resultado las cerillas en los bolsillos. Asustado, aguzó el oído y escuchó: Antonio… ¿Qué prefieres, esperar aquí o tener otra oportunidad?
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ResponderEliminarMuchas gracias, Recomenzar, intentaré ir mejorando.
ResponderEliminarMe encantó un aplauso. Alguien comentó por mi
ResponderEliminarBesitos
Muchas gracias por tus generosas palabras, Recomenzar, me alegra que te haya gustado.
EliminarUn abrazo.